Feast of the Transfiguration of the Lord
Atop Mount Tabor in Israel is where the pure light of Christ – the uncreated light of his true identity – was first revealed to the world. Not at his birth, not at his baptism, nor as he preached and healed. Although the Light of the World came to us in those momentous events, it was not revealed so clearly, so powerfully, so dramatically as when he let Peter, John, and James witness it on the mountaintop, as seen in today's Gospel passage.
The highest experience of faith was, and still is, what happens when the Father says, "This is my beloved Son; listen to him." The transfiguration of Christ occurs again and again every time we listen to him and our faith is enlightened. It happens every time we have a breakthrough from blindness to understanding, from sinfulness to holiness, from doubt to trust. However, now we are transfigured with Jesus!
Whenever we let his uncreated light consume the darkness within us, the people around us see Christ's true identity in us. We shine with him. Therefore, it's vitally important that we give Jesus the areas of darkness that still linger within us and let him expose the truth in his light. By repenting (which means we change), we're transformed into our true identity. What is our true identity? It's our innermost being that was created in the image of God. It's our sainthood,
Listen. Can you hear God's voice saying about you what he said about Jesus on Mount Tabor? "This is my beloved child; listen to him/her." He is saying this to others as you do the work to which he's called you. Some folks will hear him, some won't, but our yes to his calling is not based on how many people will heed his voice. We serve God because we have been transfigured. Our holiness impels us to go where we can do the greatest good.
Questions for Personal Reflection:
What sins do you still try to hide or deny? Why are you afraid to let Jesus shine his light into these areas of darkness? Are you afraid he'll stop loving you? What do you do that reveals your sainthood?
Fiesta de la Transfiguración del Señor.
En lo alto del Monte Tabor en Israel, es donde la luz pura de Cristo - la luz no creada de su verdadera identidad - fue revelada por primera vez al mundo. No en su nacimiento, no en su bautismo, ni cuando predicó y sanó. Aunque la Luz del Mundo vino a nosotros en esos acontecimientos trascendentes, no se reveló tan claramente, tan poderosamente, tan dramáticamente como cuando dejó que Pedro, Juan y Santiago fueran testigos en la cima de la montaña, como se ve en el pasaje del Evangelio de hoy.
La experiencia más elevada de la fe fue, y todavía es, lo que sucede cuando el Padre dice: "Este es mi Hijo amado, escúchenlo". La transfiguración de Cristo ocurre una y otra vez cada vez que lo escuchamos y nuestra fe es iluminada. Sucede cada vez que tenemos un avance desde la ceguera hacia la comprensión, de la pecaminosidad a la santidad, de la duda a la confianza. ¡Sin embargo, ahora nosotros estamos transfigurados con Jesús!
Cada vez que dejamos que su luz no creada consuma la oscuridad dentro de nosotros, las personas que nos rodean ven la verdadera identidad de Cristo en nosotros. Brillamos con él. Por lo tanto, es de vital importancia que le demos a Jesús las áreas de tinieblas que aún permanecen dentro de nosotros y que le dejemos exponer la verdad en su luz. Al arrepentirnos (que significa cambiar), nos transformamos en nuestra verdadera identidad. ¿Cuál es nuestra verdadera identidad? Es nuestro ser más íntimo que fue creado a la imagen de Dios. ¡Es nuestra santidad!
Escucha. ¿Puedes oír la voz de Dios diciendo acerca de ti lo que dijo acerca de Jesús en el Monte Tabor? "Este es mi hijo amado, escúchenlo". Él les está diciendo esto a los demás mientras tú haces el trabajo que él te ha encomendado. Algunas personas lo oirán, otras no, pero nuestro sí a su llamado no se basa en cuántas personas prestarán atención a su voz. Servimos a Dios porque hemos sido transfigurados. Nuestra santidad nos impulsa a ir hacia donde podemos hacer el mayor bien.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Qué pecados aún tratas de esconder o negar? ¿Por qué temes que Jesús haga brillar su luz en esas áreas de oscuridad? ¿Temes que él dejará de amarte? ¿Qué haces que revela tu santidad?